domingo, 6 de julio de 2008

Julio César (1953) de Joseph L. Mankiewicz. Discurso de Bruto.


BRUTO. - Tened calma hasta el fin. ¡Romanos, compatriotas y amigos! Oídme defender mi causa y guardad silencio para que podáis oírme. Creedme por mi honor y respetad mi honra, a fin de que me creáis. Juzgadme con vuestra rectitud y avivad vuestros sentidos para poder juzgar mejor. Si hubiese alguno en esta asamblea que profesará entrañable amistad a César, a él le digo que el afecto de Bruto por César no era menos que el suyo. Y si entonces ese amigo preguntase por qué Bruto se alzó contra César, ésta es mi contestación: "No porque amaba a César menos, sino porque amaba más a Roma." ¿Preferiríais que César viviera y morir todos esclavos a que esté muerto César y todos vivir libres? Porque César me apreciaba, le lloro; porque fue afortunado, le celebro; como valiente, le honro; pero por ambicioso, le maté. Lágrimas hay para su afecto, gozo para su fortuna, honra para su valor y muerte para su ambición. ¿Quién hay aquí tan abyecto que quisiera ser esclavo? ¡Si hay alguno, que hable, pues a él he ofendido! ¿Quién hay aquí tan estúpido que no quisiera ser romano? ¡Si hay alguno, que hable, pues a él he ofendido! ¿Quién hay aquí tan vil que no ame a su patria?

¡Si hay alguno, que hable, pues a él he ofendido! Aguardo una respuesta. TODOS. - ¡Nadie, Bruto, nadie!

BRUTO. - ¡Entonces, a nadie he ofendido! ¡No he hecho con César sino lo que haríais con Bruto! Los motivos de su muerte están escritos en el Capitolio. Su gloria no se amengua, en cuanto la merecía, ni se exageran sus ofensas, por las cuales ha sufrido la muerte. (Entran ANTONIO y otros con el cuerpo de CÉSAR.) Aquí llega su cuerpo, que doliente conduce Marco Antonio, que, aunque no tomó parte en su muerte, percibirá los beneficios de ella, o sea un puesto en la república. ¿Quién de vosotros no obtendrá otro tanto? Con esto me despido, que, igual que he muerto a mi mejor amigo por la salvación de Roma, tengo el mismo puñal para mí propio cuando plazca a mi patria necesitar mi muerte.

TODOS. - ¡Viva Bruto! ¡Viva, viva!

CIUDADANO PRIMERO. - ¡Conduzcámosle en triunfo hasta su casa!

CIUDADANO SEGUNDO. - Erijámosle fina estatua, como a sus antepasados.

CIUDADANO TERCERO. - ¡Nombrémosle César!

CIUDADANO CUARTO. - ¡Lo mejor de César será coronado en Bruto!

CIUDADANO PRIMERO. - ¡Llevémosle a su casa entre vítores y aclamaciones!

BRUTO. - ¡Compatriotas!...

CIUDADANO SEGUNDO. - ¡Callad! ¡Silencio! Habla Bruto.

CIUDADANO PRIMERO. - ¡Callad, eh!

BRUTO. - Queridos compatriotas, dejadme marchar solo, y en obsequio mío, quedaos aquí con Antonio. Honrad el cadáver de César y oíd la apología de sus glorias, que, con nuestro beneplácito, pronunciará Antonio. ¡Os suplico que nadie, excepto yo, se aleje de aquí hasta que Antonio haya hablado! (Sale.)


Fuente: Shakespeare, William. Romeo y Julieta/Julio César. Editorial Bruguera

3 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el post, muchos saludos desde Colombia!

Anónimo dijo...

Felicitaciones, muy interesante el articulo, espero que sigas actualizandolo!